No me gusta caer

No me gusta caer.

No me gusta fracasar, porque en cada fracaso el que termina perdiendo es uno mismo. Los demás te pueden ayudar momentáneamente, durante un tiempo, pero al fin y al cabo el que habrá fracasado serás tú al final de todo.

Por todo ello no me permito fracasar ni caer, ni debilitarme. Quiero ser fuerte. Fuerte por mí, no por los demás.

La ley del espejo

Debo explicar la "Ley del espejo", una ley inventada y pensada por mí.

En muchas ocasiones nos sentimos frustrados de ver cómo se comportan a nuestro alrededor las personas.

A veces nos sentimos mal porque no sabemos por qué se comportan de ese modo. En muchas ocasiones no hay explicación para justificar los actos de esas personas. Quizás estén acostumbrados a comportarse "a su manera" en su contexto y realizan los mismos actos fuera de él, sin pensar que no es adecuado lo que están haciendo.

Es cuando surge la "ley del espejo". ¿Por qué sentirte mal si te tratan de una determinada manera? Trata tú mismo de la misma manera a dicha persona para hacerle ver cómo te sientes. Sé que desde el punto de vista moral no es adecuado. "A un niño si le insultan no le vamos a decir que insulte él también".
Pero las lecciones en las edades adultas se aprenden mucho mejor de esta manera.

A veces podemos pensar que lo que no nos gusta de la otra persona es algo que probablemente hace sin pensarlo y sin saber que no nos gusta, y le damos un voto de confianza. Con la "ley del espejo" nos damos cuenta que si "le devuelves" eso que no te gusta, la otra persona no sólo se siente ofendida sino que además en la mayoría de los casos te lo hace saber. Pero, ¿acaso no es lo mismo que haces tú? Es cuando nos damos cuenta de que la mala conducta de esa persona no era tan espontánea y que realmente actuaba así de una forma consciente.

A veces si te quedas parado no consigues nada. Si se comportan de una determinada manera contigo, no hagas nada, no. Pero cuando esa persona requiera tu interés, puedes hacerle sentir de la misma manera que te sentiste tú.

Es la "ley del espejo". Es la ley de no ser tonto.

El sol brillará

Esta vez no me cabe duda de que el sol brillará,
de que las sonrisas iluminarán las caras,
de que la satisfacción por las cosas bien hechas y el esfuerzo tendrán su fruto.
Porque se siente,
porque ha de ser así,
porque la alegría debe venir después de tanta tempestad.
El sol debe salir después de tanta lluvia.
Ya viene, está saliendo.
Los días de lluvia cesan,
llega el calor, la primavera,
las flores y los pajaritos revolotean.
Las abejas vuelan.
Se siente.
No hay dudas.